El 16 de julio se celebra la festividad de la Virgen del Carmen. En España (y por todo el mundo) son muchos los pueblos que celebran romerías y fiestas patronales dedicadas a María en este día.

Hoy te proponemos dedicar un tiempo de oración a contemplar la vida de María y pedir al Señor que te pueda servir de modelo:

- María es capaz de acoger la palabra de Dios en su vida. Se fía del plan que Dios tiene para ella.
- María permanece fiel a Dios a pesar de todas las dificultades. Ponto descubre que aceptar el plan de Dios no supone para su familia un camino de rosas, pero a pesar de ello se sigue fiando del Señor.
- María nos hace cercano el seguimiento a Jesús. Una mujer, como nosotros, que se despoja completamente de sí para poner toda su vida en manos de Dios. Para servirle desde lo sencillo, desde la cotidianidad de acompañar a su hijo desde el pesebre hasta la cruz.
- María es amor sin reproches. Ni hacia Jesús cuando no lo entiende, ni hacia Dios por las dificultades de su vida.

Seguro que puede ayudarte para tu oración esta canción que habla de muchas de estas cosas.


Dios te salve, María, sagrada María,
señora de nuestro camino,
llena eres de gracia, llamada entre todas
a ser la Madre de Dios.
El Señor es contigo y tú eres la sierva
dispuesta a cumplir su Misión
y bendita tú eres, dichosa te llaman
a ti, la escogida de Dios
y bendito es el fruto que crece en tu vientre,
el Mesías del pueblo de Dios,
al que tanto esperamos que nazca
y que sea nuestro Rey.

María, he mirado hacia el cielo,
pensando entre nubes tu rostro encontrar,
al fin te encontré en un establo,
entregando la vida a Jesús salvador.
María, he querido sentirte
entre tantos milagros que cuentan de ti,
al fin te encontré en mi camino,
en la misma vereda que yo,
tenías tu cuerpo cansado,
un niño en los brazos
durmiendo en tu paz,
María, mujer que regalas
la vida sin fin.

Tú eres Santa María, eres Nuestra Señora
por que haces tan nuestro al Señor,
eres Madre de Dios, eres mi tierna Madre
y Madre de la humanidad,
te pedimos que ruegues por todos nosotros
heridos por tanto pecar,
desde hoy, hasta el día final
de este peregrinar.

María, he buscado tu imagen serena
vestida entre mantos de luz,
y al fin te encontré dolorosa
llorando de pena a los pies de una cruz.