Comenzamos con esta oración un recorrido por los sacramentos de la iglesia. Nos ayudarán a interiorizarles y rezar sobre los frutos que nos regalan a nosotros mismos, a nuestros hermanos y a la iglesia. Comenzamos por dos sacramentos de iniciación: el bautismo y la confirmación.

Gracias a estos sacramentos quiero contemplar los inicios de mi fe, los signos que me fueron introduciendo poco a poco en la manera de ser cristiano y que transformaron mi existencia en una vida nueva.

Por tanto, id a hacer discípulos entre todos los pueblos, bautizadlos consagrándolos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, y enseñadles a cumplir cuanto os he mandado. Yo estaré con vosotros siempre, hasta el fin del mundo. (Mt. 28, 19-20).