María es esa mujer sencilla que recorrió la primera el camino del discípulo de Jesús. La primera que lo conoció y contempló, y lo acompañó hasta el final en la cruz y en la experiencia de Resurrección de las primeras comunidades. Pongámonos junto a ella y escuchemos lo que hoy el Señor quiere mostrarnos de nuestra madre en la fe.


Entró el ángel a donde estaba ella y le dijo: ---Alégrate, favorecida, el Señor está contigo. Al oírlo, ella se turbó y discurría qué clase de saludo era aquél. El ángel le dijo: ---No temas, María, que gozas del favor de Dios. Mira, concebirás y darás a luz un hijo, a quien llamarás Jesús (…) Respondió María: ---Aquí tienes a la esclava del Señor: que se cumpla en mí tu palabra. El ángel la dejó y se fue. (Lc 1, 28-31; 38).