Cuando hablamos de ecología, los pensamientos, los sentimientos que despierta en nosotros este concepto pueden ser muy diversos. Indiferencia, “es un problema de otros”, “es un tema de ecologistas y radicales…" puede que consideremos que no haya problema, o por el contrario que ya no haya solución. Puede que en nosotros algo se movilice y nos impulse a transformar, puede que lo veamos como un problema que deben solucionar otros, o quizá sintamos que hay otros problemas más urgentes… Somos distintos y tenemos distintas sensibilidades… 


“…El compromiso por cuidar la Creación, la naturaleza, no es un tema secundario en la vida y en la misión de la Iglesia, sino que forma parte integral de su tarea de colaborar con Dios en hacer que toda la Creación -el ser humano y todas las demás criaturas- tengan vida en abundancia y caminen hacia la plenitud…” (Audiencia general de 5 de junio de 2013, Papa Francisco).